DUAL-KHERR
La tecnología Dual-Kherr es un sistema patentado de acumulación y radiación de calor, cuya composición y diseño ayuda a mantener una sensación térmica confortable durante más tiempo y permite reducir el gasto en calefacción gracias a la excelente combinación de los 3 sistemas de funcionamiento: convección, acumulación y radiación, se favorece así el aprovechamiento óptimo de la energía consumida siendo respetuosos con el medio ambiente.
Convección
Los canales de convección del DK aceleran el movimiento del aire caliente y ayudan a que se distribuya por toda la estancia más rápidamente que otros equipos, consiguiendo alcanzar la temperatura de confort térmico en un breve espacio de tiempo y generando así un elevado ahorro de energía, aunado con la Tecnología Dual-Kherr y su alto poder inercial reduce el consumo mejorando la eficiencia energética.
Acumulación
Durante el proceso de convección los bloques de doble núcleo de óxido de silicio del Dual-Kherr absorben el calor residual de la fuente de energía de tal forma que cuando esta se apaga, el Dual-Kherr sigue irradiando calor a través de su superficie manteniendo la inercia térmica y aumentando la sensación de confort durante un mayor periodo de tiempo.
Radiación
Es la forma más confortable para el cuerpo humano de percibir el calor. No hay más que recordar el calor del sol un frío día de invierno. El óxido de aluminio disipa el calor por todo el DK creando así una gran superficie térmica que irradia el calor acumulado generando una agradable sensación de calor, permitiendo temperaturas de consigna más bajas o periodos de parada de la fuente de energía más prolongados.
El sistema patentado Dual-Kherr fue galardonado en 2010 por La Sociedad Española de Cerámica y Vidrio con el Alfa de Oro reconociendo así su valor como nuevo material que potencia la eficiencia energética y consigue un mayor ahorro de consumo de hasta el 70% gracias a su alta inercia térmica en los sistemas de calefacción a los que se aplica.
El Dual-Kherr está compuesto fundamentalmente de óxido de silicio y óxido de aluminio, dos elementos complementarios que aportan un valor extra a la calefacción. El silicio destaca por sus cualidades como acumulador térmico, dotando al equipo de una gran capacidad de inercia térmica, mientras que el aluminio es un excelente transmisor de calor, favoreciendo la transmisión del mismo a la estancia y proporcionando una agradable sensación térmica.
“El único ahorro real de calefacción es cuando la fuente de energía (fuel, electricidad, gas, etc.) está apagada.”
“La temperatura resultante tiene en cuenta la temperatura seca, la temperatura radiante y la velocidad del aire.”
La energía que necesita una estancia o una casa para mantener una determinada temperatura está directamente relacionada con las pérdidas térmicas que tenga, independientemente del tipo de calefacción o radiador que se use. El sistema de calefacción ideal ha de poseer una rápida capacidad de reacción (poder de convección) para calentar las estancias únicamente cuando están siendo usadas, así como una gran estabilidad térmica (inercia térmica + radiación) para mantener la fuente de energía apagada el mayor tiempo posible.
La temperatura del termómetro no lo es todo. El confort térmico del cuerpo humano depende en gran medida de la temperatura resultante y la humedad del ambiente. La temperatura seca es aquella que indican los termómetros, en cambio la sensación de frío o calor en el cuerpo es muy sensible a la velocidad del aire y a la temperatura radiante. Es por ello por lo que combinar el poder de convección con el de irradiación en un mismo emisor proporciona una sensación de confort más agradable y natural.
Engañar al cuerpo humano no es fácil, pero la combinación de los sistemas de transmisión de calor por convección y radiación permite reducir la temperatura de consigna (temperatura seca) generando así un menor consumo de energía y una mayor sensación de confort.