Compartimos la transformación de dos antiguos locales comerciales en un atractivo y elegante loft en el barrio madrileño de Prosperidad. Ubicado en el castizo distrito de Chamartín y de predominante clase trabajadora, este barrio tiene sus orígenes en la segunda mitad del siglo XIX. Entonces, en estas tierras de secano se empezaron a instalar los primeros habitantes de lo que se convertiría en uno de los barrios más madrileños.
Y, aunque resulte llamativo, su nombre no corresponde para nada a la idea que define. El barrio de Prosperidad recibe su denominación de uno de los primeros propietarios de la zona: Próspero Soynard. Y el barrio se fue transformando hasta que en las décadas de los 60 y 70 empezaron a construirse viviendas de mayor altura y con capacidad para más habitantes fruto de la migración de los pueblos a las grandes capitales.
Es en una de estas viviendas en la que se ha tenido que reconvertir y reformar dos antiguos locales en un loft con todas las comodidades. El objetivo fue reconvertir una antigua tienda de ropa y un taller de zapatos en un lujoso apartamento destinado a una sola persona o una pareja y dotado de dormitorio, vestidor, cocina con todos los equipamientos, salón, baño y zona de trabajo convertible en comedor.
Los muebles como el de la cocina, el mueble de baño, el vestidor y el espejo retroiluminado son un diseño de PortobelloStreet.es y fabricados por la empresa Sukarma. Otras piezas, han sido diseñadas especialmente para este espacio, como son la cama, las mesitas de noche, la mesa de centro, el escritorio o la librería. Todas las piezas tienen un marcado estilo industrial, con acabados en madera natural y hierro, lo que le confiere ese toque industrial que buscamos desde el primer momento con elegantes radiadores climastar que se integran en los espacios.
Una de las primeras cuestiones a resolver al adquirir estos dos locales fue el cambio de uso: de comercial a residencial y así poder realizar la reforma. Ambos locales contaban con una media de 17 metros cuadrados y uno de ellos con un sótano de 18 metros cuadrados: en total 52 metros cuadrados. Con esta superficie repartida en dos plantas, las posibilidades para realizar la reforma se multiplicaban.
Todos los materiales, desde la pintura, pasando por el papel pintado, la cocina y hasta el mobiliario, son de alta gama. Esto se aprecia en la fachada, completamente reconstruida y dotada de ventanas con rotura de puente térmico y una puerta de seguridad.
El dormitorio se ubica en el piso inferior, con zona de vestidor. Y en la planta superior se ubicaría la cocina, salón y zona de trabajo junto con un baño con todas las comodidades.
Todos los detalles han sido cuidados al milímetro. Se dota de radiadores eléctricos elegantes climastar combinando cuadrados y horizontales con diferentes acabados.
Uno de los recursos decorativos utilizados en este proyecto y que nos han proporcionando un resultado espectacular es el papel pintado. Se trata de una alternativa muy vistosa a la tradicional pintura, existe una amplísima variedad de papeles tapiz vinilo o con superficies lisas o gofradas. En nuestro caso, en el dormitorio nos ha ayudado a crear sensación de profundidad, que se ve incrementada gracias al baño de luz de las tiras led colocadas en el techo.
Como no podía ser de otra manera, los radiadores eléctricos Climastar dotan de elegancia a todos los ambientes. Los revestimientos cerámicos de la fachada y la pared de la cocina son de la gama Build Grey Natural, de Cerámicas Aparici, una empresa de cerámicas con gran reconocimiento a nivel nacional. Todos los sanitarios y accesorios del baño, así como el inodoro, modelo Inspira In-Wash(te lavan con agua), son de la conocidísima marca Roca, así como la lluvia de techo, modelo Raindream, y la mampara Victoria (también de Roca). Y los mecanismos eléctricos de la Serie 100 de Simon. Los electrodomésticos de la cocina son de la empresa Tien21 y la pintura aplicada, tanto en suelos como paredes y techos son de Hempel.